Cualquier Mudanzas, supone una importante decisión en la que conviene no dejar nada al azar para que la situación no se convierta en un verdadero quebradero de cabeza y podamos gestionarla de la mejor manera posible.
De esta forma, cuando una empresa plantea mudarse es clave una planificación previa, analizar todas las posibles variables que ayudarán a que el proceso resulte exitoso, reduciendo costos operativos y optimizando espacios.
Sólo un plan estratégico debidamente diseñado asegurará el éxito en esta instancia decisiva, asegurando que nada se pierda o se dañe en el camino y que el primer día en la nueva oficina, todo esté en su lugar listo para ser usado.
Es mucho más que el simple hecho físico de llevar bultos de un lugar a otro. Implica diseñar un plan que evite que la compañía pierda operatividad, coordinando rigurosamente el guardado de documentación, el traslado de equipamiento y la puesta en funcionamiento de servidores y equipos técnicos.
Asimismo, hay que tener presente que si bien la decisión de trasladar una oficina corporativa se define en los más altos niveles jerárquicos de una organización, todo el operativo posterior normalmente recae en el mando medio, por lo que es importante asegurarse de escoger un responsable que desarrolle el proyecto de forma efectiva y pueda hacer frente a las situaciones de estrés que se puedan presentar.
En este sentido, la empresa de Mudanzas deberá designar un coordinador que estará en contacto con el responsable de la empresa, juntos se encargarán de seguir en plan logístico del traslado corporativo en base a las necesidades y requerimientos de la empresa.
Consejos a la hora de realizar las Mudanzas con una empresa
Evitar el traslado paulatino: En la medida de lo posible hay que tratar de evitar la mudanza gradual, aunque a veces razones operativas obligan a la empresa a realizar el traslado de una forma progresiva.
Esto implica períodos de convivencia entre la producción propia de la empresa y gestiones de Mudanzas, lo cual puede generar problemas en el desarrollo del trabajo diario.
Realizar la mudanza en período no laboral: De esta forma, se persigue que la productividad de la empresa no se resienta durante el traslado. Si se realiza en período laboral todo el proceso puede resultar más problemático y acarrear ciertos desajustes en las tareas diarias de los trabajadores.
Dejar la mudanza a los expertos: Aunque puede resultar recomendable que los trabajadores realicen el embalaje de cierto material de oficina, la asistencia de personal específico acelera el proceso de puesta en marcha de la nueva planta, ya que aportan no sólo experiencia, sino también los medios adecuados para la Mudanzas de todo tipo de material.
Rotular el material embalado: Esto evita errores y facilita el desembalado y la puesta a disposición en la nueva planta.
En el nuevo establecimiento ya debe estar pensado dónde va a ir cada cosa, estudiado y consensuado previamente con el responsable de cada sector.
Comunicación eficiente: Programar una comunicación eficiente del proyecto que incida en las razones y beneficios del cambio, anticipe los momentos clave del proceso e involucre a los líderes naturales en el proceso. Así, es conveniente establecer las fechas y plazos concretos del traslado para que todos lo conozcan de antemano. De esta manera, se logrará minimizar ansiedades, reducir los conflictos internos y generar una corriente positiva que favorezca el proceso de cambio.
Facilitar el plano de las nuevas instalaciones: Si los trabajadores conocen, antes del traslado de la empresa, cómo será la organización de las nuevas instalaciones a través de los planos, todo resultará más fácil y sencillo a la hora de ubicarse en los nuevos puestos de trabajo.
Organizar el nuevo espacio: Incrementar los espacios para la interacción entre los empleados.
Espacios multifuncionales que generen un buen ambiente de trabajo y aumenten la productividad. Por eso, es necesario un análisis muy cauteloso del tipo de actividad que va a desarrollarse, el flujo de trabajo, la imagen corporativa y el perfil de los colaboradores para definir la forma óptima en que se va a modelar el ambiente de trabajo.